“Comparte con tu amigo”, “comparte con tu hermano”, “comparte con la niña que acabas de conocer en el parque”, etc. Estas son frases que podemos escuchar con frecuencia cuando pasamos mucho tiempo entre niñ@s.
Madres y padres, con toda la buena intención, le decimos a nuestra hija o a nuestro hijo que tienen que compartir sus juguetes, sus comidas o sus chuches con otros niños. Sin embargo, y a pesar de todos nuestros esfuerzos, muchas veces nuestras recomendaciones caen en saco roto y nuestro hijo no desea, en esos momentos, compartir sus juguetes, sus enseres personales o su comida.
No debemos preocuparnos y pensar que nuestro hijo es insolidario o egoísta por no querer prestar sus cosas en esos momentos, simplemente, tenemos que comprender que no lo desea, no le apetece o no tiene la madurez suficiente como para hacerlo. En estas ocasiones, en vez de enfadarnos y acabar forzándoles a compartir sus juguetes o a ofrecer su comida, tenemos que respetar su decisión y entender que si son objetos suyos, él o ella deben decidir cuándo prestarlo y a quién prestárselo. Por otro lado, también es importante darse cuenta de que los niños muy pequeños, menores de seis años, no están madurativamente preparados para comprender lo que significa compartir. Para muchos de ellos, sus objetos forman parte de su persona y despojarse de ellos por obligación les resulta muy duro.
Los niños aprenden a compartir, ordenar, leer, escribir, colorear, controlar esfínteres, pero cuando su cerebro está maduro para entenderlo (y su cuerpo fisiológicamente para hacerlo). Todos van a acabar prestando sus juguetes o repartir su comida, pero cuando llegue su momento. Con dos o tres años nuestros pequeños no saben lo que es compartir, no lo pueden entender porque su madurez neurológica se lo impide. Con esas edades, aún están en lo que se llama la etapa del ego, que dura más o menos hasta los seis o siete años.
No hay que forzarlos a compartir porque ellos llegarán a hacerlo cuando estén preparadas, pero sí que tienen que ver modelos sanos de niños más mayores que sí comparten y, sobre todo, nosotros mismos mostrar que lo hacemos. Niños y adultos tenemos una forma de comprender y vivir la vida diferente, no podemos exigirles a los niños que se comporten como niños más mayores o como adultos, pero sí que les podemos mostrar un modelo sano y adecuado.
¿Qué hacer cuando mi hij@ no quiere compartir?
- Nunca forzar a que lo haga. Si le obligamos, no aprenderá a compartir por sí mismo y no madurará esa función del cerebro.
- No te sientas mal, ni sientas vergüenza delante de las madres o padres de los otros niños, tú hijo ha tomado su decisión y tiene sus razones. Si quieres puedes decir algo como: “ahora no le apetece porque lo está utilizando, cuando deje de hacerlo le volvemos a preguntar” (muchas veces cuando nuestros niños son más mayores, no les importa compartir sus cosas cuando ya no las están usando). También puedes comentar “le gusta mucho ese juguete y no desea prestarlo” o “tal vez otro día lo compartirá contigo, cuando se sienta preparado”.
- Recuerda, que no preste sus cosas en estos momentos no quiere decir que no lo haga más adelante, sino que no está preparado para hacerlo.
- ¿Qué edad tiene? ¿Está fisiológica y emocionalmente preparado para ello? Los niños muy pequeños no conciben la idea de compartir. Cuando ofrecen algo no lo hacen siguiendo las mismas razones que niños más mayores o los adultos, si prestan algo es porque lo sienten emocionalmente y desean darle al otro algo de sí mismos.
- ¿Qué hacemos si dos hermanos se pelean por un mismo juguete? A veces al pequeño quiere el del grande, a veces, el mayor, desea jugar con los del menor y éste no quiere dejárselo. ¿Cómo afrontamos este conflicto? En primer lugar, nunca debemos forzar a ninguno de ellos a prestar sus juguetes. Busquemos alternativas para ambos. Tal vez hacer otra cosa con ellos, leerles un cuento, pintar, modelar, jugar con un balón (nos lo vamos lanzando y vamos aprendiendo a compartir).
- ¿Y si no quiere compartir algo de toda la familia o un juguete que es de todos los hermanos? Si por ejemplo, tú hij@ ha cogido la botella de agua y no quiere que los demás bebamos, en esas circunstancias en las que se trata de un bien común (no es una botella sólo suya), le explicamos que el agua es de todo el mundo y que los demás necesitáis también beber. Podemos hacer que nos ayude a servir todos los vasos, podemos llenarla de nuevo juntos en el grifo, buscaremos estrategias para evitar el enfado y a la vez, le estaremos mostrando cómo compartimos.
Si hablamos de un juguete que es de todos vuestros hijos y lo quiere mientras otro de los niños ya lo tiene, le diremos que ahora mismo no lo puede coger, que hay otro hermano jugando y buscaremos un sustituto, podemos ponernos a jugar con él, buscar otro juguete, pintar, modelar, etc.
- Tenemos que ser conscientes de que somos los modelos de nuestros hijos. Compartamos con ellos y ellos, en su momento, compartirán con nosotros y con los demás niños.
Texto: Elena Mayorga
Foto: Wiki
Muy interesante artículo Elena. Es cierto que no siempre es facíl, sobretodo si estas en un parque tu hjo/a no quiere compartir y todo el mundo está esperando tu reacción. Pero estoy convencida que lo más importante es respectar los tiempo de los pequeños y seguir ofreciendoles exemplos positivos.
Hola:
recuerdo una conversación con una niña de tres años en el tren. Venía con su madre, sentada, junto a mi. La pequeña se puso a sacar todos sus juguetes y se puso a jugar conmigo, y yo encantada!
En lo que dura el trayecto, casí dos hora y media, se fue acercando de forma intermiente otra niña de su edad, que venía a jugar con ella, al principio todo fenomenal, pero en un momento en que la otra niña quería participar más activamente, ésta primera se negó y le quitó los juguetes.
La madre, le regaño! Le dijo: “pero mira que eres mala! Déjale jugar a ella también que hay juguetes de sobra!”
Cuanto más le decía esto la madre, mas se enfurruñaba su hija y más alto lloraba.
La niña con los ojos llenos de lágrimas me miró y me dijo: “Son mis juguetes”
Y le dije yo: “claro que sí, quieres dejarselos a esa niña para que juegue con ellos?”
Y ella a mi pregunta contestó negando con la cabeza.
Y le dije: “Sólo cuando tu quieras, podréis compartir los juguetes”
Al de un rato ya no lloraba.
Muchas veces los hijos, se sienten despreciados por sus padres porque sienten que los padres les dejan de querer sólo porque no hacen lo que ellos quieren. Por qué tiene que ser un niño malo, sólo porque no quiera dejar sus juguetes a otro crío?
Se me ocurre pensar si los adultos de buenas a primeras, compartimos nuestro tiempo y nuestas cosas con el primer desconocido que se nos acerca.
Es aberrante!
Gracias por el aporte, me aclara sobre las acciones de mis bebes y sobre todo de mis acciones como padre.
Muchas gracias Fernando,
Un abrazo muy muy fuerte,
Elena
Gracias por un testimonio tan vívido,
No debemos forzar a nuestros hijos a prestar sus cosas y menos insultarles por no hacerlo, a veces no están preparados, otras no les apetece y si le obligamos les vamos a hacer sentirse violentados. Mejor tener paciencia y esperar a estar preparados. Como bien dices, los adultos no prestamos nuestros coches, nuestras casas o nuestras posesiones a los demás adultos que acuden al parque de juegos.
Un abrazo,
Elena
Gracias a ti Elena y a todos los que dejais vuestras opiniones por aqui.
Ayudan a concienciar…, a crecer…
Besos
Muchas gracias a ti por tu comentario,
Creo que compartiendo nuestras experiencias entre todos podemos ayudarnos en la crianza de nuestros hijos,
Un fuerte abrazo,
Elena
es muy interesante lo que plantea y estoy bastante de acuerdo. Lo único que agregaría sobre el tema de los ejemplos, como para tenerlo en cuenta, es que cuando hablamos de dar ejemplo a los/as niños/as lo decimos como un discurso, ya que en la práctica, la cuestión del compartir cosas personales no es tan así. Así como una criatura no entiende de prestar su juguete porque es suyo, un adulto tampoco haría eso, de hecho quien presta su cartera a un desconocido, quien ofrece su celular? y podemos hacer una lista. el caso es que creo que los niños y las niñas aprenden precisamente de ese ejemplo que les damos,si los y las adultas no andamos compartiendolo todo no deberíamos pretenderlo de los mas pequeños/as
No se si hago bien o mal, pero yo respeto que no quiera compartir. Lo que hago es decirle que si lleva algo al parque y no quiere compartirlo, entonces es mejor que lo guarde. Él acepta eso sin ningún problema y él mismo lo guarda en el carrito. El otro día un niño quiso su pelota y se lió (respondió un poco agresivo) y cuando me acerqué y le dije (después de hacerle ver que el niño estaba triste por cómo lo había tratado) que si no quería compartir la pelota, debía guardarla, sentí las miradas extrañadas de los otros padres.. supongo que esperaban el típico sermón sobre compartir.
Creo que el parque ofrece muchas opciones para jugar, por lo que traer objetos de casa, cuando suelen ser fuente de conflictos, no creo que sea siempre una buena idea.
Dialogar, empatizar, comunicarnos sin crear antagonismos, ayuda a nuestros hijos a madurar, aprender a decidir, a compartir cuando deseen. Gracias por tu comentario y por aportarnos tan buenas ideas. Dejar en casa los juguetes que no deseas compartir es una excelente opción, aún más porque tu niño es el que tiene la última palabra.
Te envío un fuerte abrazo,
Elena
Muchas gracias Noelia por tu aporte. Desde luego, tienes toda la razón, la mayoría de los adultos no vamos por ahí prestando nuestro coche o cediéndole nuestras casas a desconocidos. Pero, si que compartimos con nuestros hijos, familiares, conocidos nuestra comida, nuestra ropa, nuestros libros, incluso, cuando lo necesitamos, nuestro dinero y también, en el plano no material, compartimos nuestros conocimientos, nos apoyamos, nos ayudamos cuando estamos en un apuro, tal vez ese sea el sentido en el que podemos mostrar a nuestros hijos un ejemplo sano de lo que significa compartir.
Un fuerte abrazo Noelia,
Elena
Me parece un artículo muy interesante, pero qué hacer cuando tu hijo no sólo no quiere compartir, sino que le quita sus juguetes a otros niños? Mi hija de 21 meses tiemde a hacer esto e intento hacerle ver que si coge la pala de otro niño, tiene que dejarle la suya, pero generalmente solemos acabar en berrinche porque los quiere todos…
No te preocupes Almudena, poco a poco irá compartiendo sus juguetes, cuando se sienta preparada y lo desee. Con respecto a los de los otros niños, explicadle siempre desde el respeto y el cariño que si ellos no se lo prestan, no puede cogerlos de esta forma.
Un abrazo,
Elena
Elena, estoy totalmente de acuerdo con lo que planteas en tu artículo.
Pero me gustaría que me aclarases qué hacer cuando eres la madre “del otro”.
Por ejemplo, voy con mi hija de 20 meses a casa de una amiga que tiene una niña de 4 años. Cada vez que mi hija intenta jugar con algo, con lo que sea, un libro, un muñeco, cualquier cosa, ella se lo quita, porque no quiere prestarle nada. Lo entiendo y lo respeto perfectamente, y no intervengo intentando converncerla ni nada por estilo, sólo hablando con mi hija.
Mi amiga, como tú bien dices, es muy respetuosa con su niña, e intenta distraerla y ofrecerle mil soluciones, pero sin forzarla: “¿y si le damos esto de cuando tú eras más pequeña?, ¿y si le leemos juntas este cuento?, ¿y si le prestamos tal cosa que tú ya nunca utilizas? etc.”, pero nada le parece bien, no quiere.
Entonces, la verdad, llega un momento (pronto) que tengo que irme, pero no enfadada ni molesta, ni mucho menos, me voy simplemente porque aunque lo respete, y le explique a mi niña que esas cosas son de ella y no las quiere prestar, mi hija se aburre y ya no sabe qué hacer, y también me da “pena” (no sé si es la palabra más adecuada) de ella.
¿Hago bien en irme? ¿Debería hacer otra cosa?
¡Hola Carolina!
Se me ocurren varias estrategias para que cuando visites a tu amiga las dos niñas puedan pasar un buen rato. Por supuesto que a tu pequeña debe extrañarle que no le dejen explorar todo lo que ella necesita y que pronto se aburra de no poder tocar nada.
Aquí te dejo una sugerencias:
-Cuando vayáis a visitar a tu amiga, es importante que la madre avise a la niña y si es posible, consensúe (antes de que lleguéis) qué juguetes quiere tener a la vista, cuales quiere guardar y si es posible, cuales puede tocar tu niña.
-Lleva tú juguetes de tu niña, a veces acaban espontáneamente intercambiando los juguetes (los niños son curiosos y exploradores). Y si no lo hacen, por lo menos ella podrá entretenerse.
-A los niños más que los juguetes les gusta todo los objetos de la casa: Que tu amiga saque cacharros y deje que las niñas se diviertan con ellos: cucharones, garbanzos, recipientes, etc.
-Poned un papel enorme y que cada una pinte en su lado (los colores en medio, para las dos).
-Quedar en un lugar fuera de las casas y que cada niña lleve sus juguetes.
Un fuerte abrazo,
Elena
Muy buen artículo.
Tengo una consulta. ¿Qué podemos hacer para ayudar a nuestros hijos cuando un niño (un amiguito, un primo…) le coge su juguete? Me encuentro mucho en esta situación. Mi hijo (2 años y medio) no quiere compartir su moto, me parece bien, es su deseo, pero a veces en un descuido algun niño se lo quita, y mi hijo se pone mal, a llorar y a pedirme que le ayude. No sé muy bien cómo actuar en estas situaciones…
Sigue así, muchas gracias!!!